Nos lo enseñaban ya cuando aprendíamos a montar en bici pero a menudo lo olvidamos al circular mucho más deprisa en coche. En la conducción es básico mira lejos, no fijar la vista en lo que tenemos justo delante del capó puesto que esa falta de perspectiva nos complica significativamente hacer frente a lo que nos depare la carretera. Es algo así como escanear de forma permanente el recorrido, dibujando mentalmente la línea que debe seguir el vehículo con efectividad pero también con seguridad.