Nunca sabes que te puedes encontrar, quizá sean poco profundos y no representen un peligro, pero tal vez escondan alguna alcantarilla inesperada o sean lo suficientemente profundos para hacer que pierdas el control. Responde con tranquilidad, mantén la dirección recta, no aceleres, reduce la velocidad sin llegar a frenar, hasta que el coche recupere su estabilidad con la carretera.