Ni conducimos un Fórmula 1, ni estamos en el sofá de casa. Muchos de los problemas de conducción empiezan por una mala posición al volante, con el asiento demasiado cerca o lejos de los pedales y el respaldo situado incorrectamente respecto al volante. Hay que buscar la distancia exacta que permita pisar los pedales flexionando ligeramente la rodilla y sin necesidad de mover la cadera para acceder a ellos por estar alejados; en cuanto al respaldo, la distancia aproximada la marca la muñeca de cualquiera de los brazos, que debe colocarse de forma natural sobre la parte superior del aro del volante (que también debe quedar en una posición cómoda). La altura de la banqueta, en caso de ser regulable en ese parámetro, debe ser la más baja posible sin comprometer la visibilidad, puesto que la ubicación inferior del peso siempre beneficia al comportamiento dinámico de los vehículos.